Cuando Wim tenía 15 años, iba a la escuela de hostelería Ter Groene Poorte de Brujas para ser cocinero.
Tras unos cuantos aprendizajes y mucho trabajo de fin de semana, aprendió los trucos de Alain Lefevere, entonces chef de la Brasserie César de Kortrijk. Consejos que agradece hoy. Durante sus numerosos viajes a todos los rincones del mundo, la aventura de hacer lo suyo en un lugar especial le llamaba una y otra vez.
Y ese impulso nunca desapareció, al contrario... Después de 7 años de tomar clases nocturnas de español (en las que Guillermo resultó ser español para Wim), llegó el momento de pasar a la acción! Para nunca tener que arrepentirse de nada.
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